
Una pareja de "ñoños" ingleses (Nigel y Fiona) viajan en un crucero, ambos son tipos "tímidos" y de buenas costumbres; casualmente se encuentran con "Mimi" y su esposo paralítico (Oscar), un "intento de escritor" muy desafanado y cínico. Nigel y Oscar comienzan a entablar una peculiar "amistad"; "el escritor" le relata con todo detalle la relación entre él y Mimi, mientras que Nigel, "asustadizo" pero con gran interés escucha absolutamente todo y se va involucrando deseando a Mimi. Luna Amarga es muy "sórdida", tanto como a mi me gustan; es el relato de un "amor al extremo" que lleva a Oscar y a Mimi al sadomasoquismo sexual y emocional, simplemente es una destrucción placentera, en la que ambos manejan muy bien su rol. Cuántos de nosotros no tenemos muy dentro "esa sordidez", aún recuerdo el extremis de "hace años", el sentido de pertenencia y la maldita locura que me producía su ida; nos separamos muchas veces, y nos dañábamos pero seguíamos juntos... muy juntos. Que estupidez la mía cuando le escribía historias en las que narraba su muerte para que no se fuera más y yo poder "retenerla"; esos fueron mis primeros "pasos" con mis fantasías necrófilas. Polanski es un genio de la "crueldad y la maldad" con la que de alguna forma ha estado vinculado; simplemente recordemos "aquel pasaje" de su vida relacionado con Manson, la muerte de su esposa Sharon Tate. Quizás parte de Luna Amarga sea reseña autobiográfica de su vida Parisina; Luna Amarga es realmente estimulante, tanto, que me hizo recordar viejas fantasías que estaban opacadas por cierta cursilería que me embarga ahora, aunque tampoco pienso tirarla a la basura.
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